¿Qué pueden aportar la las nuevas tecnologías a la enseñanza de lenguas?

Lo que voy a incluir en esta entrada es el lugar que yo pienso que las nuevas tecnologías ocupan en la enseñanza del las lenguas, y más específicamente, del español.

Cuando yo empecé en esto de la enseñanza de ELE, hace bastantes años, solo contábamos un libro y un ejercito de fotocopias cuando nos metíamos en clase. Ahora, miro atrás y me cuesta entender como podía dar una clase sin que los alumnos me tiraran el libro a la cabeza de aburrimiento. Quizás porque pertenezco a una generación en la que no imaginábamos que un día dispusiéramos de los recursos de que disponemos ahora, el presente y el futuro de la tecnología en clase me parecen fascinantes. 

Para cualquier alumno, este tipo de recursos hacen la clase muchísimo más dinámica, en lugar de ser tu con un libro en la mano y todos afinando la vista para ver qué ejercicio estás señalando, tenemos una pizarra con un proyector y un mundo de posibilidades infinitas metidas en un ordenador con conexión a internet. Los contenidos están expuestos ahí, para todos, y podemos manipularlos juntos, haciendo anotaciones o subrayando de una manera vistosa las cosas que nos interesan, entre todos y para todos. Una dinámica de trabajo basada exclusivamente en un libro es lenta porque toda comunicación entre el alumno y el profesor tiene que pasar por el libro, con lo que, las nuevas tecnologías eliminan un pequeño muro divisorio que levantaba el libro entre los alumnos y el profesor y crea un espacio de trabajo común sin límites para la creatividad y la participación.  

También supone un importante ahorro de tiempo, porque a la antigua había que copiar todo en la pizarra. Ahora hay materiales didácticos en soporte audiovisual fantásticos con un diseño muy atractivo y que pueden utilizarse en clase de manera que el profesor invierta su tiempo en trabajar con ellos, en idear la mejor manera de explotarlos, en lugar de en copiar tablas como un loco. Esto también es aplicable al alumno. Ya, gracias a Dios, no tenemos que copiar nada de manera innecesaria. 

Antes hablaba de la repercusión de las nuevas tecnologías para cualquier alumno, pero también hay que tener en cuenta que para una parte importante de nuestro alumnado, los más jóvenes, no hay otra manera de aprender. Como profesores, tenemos una obligación con ellos de ponernos en sintonía con las nuevas formas de buscar, seleccionar, procesar y asimilar contenidos. 

La verdad es que son tiempos muy interesantes como profesora, especialmente de ELE. Si hay algo que nos puede ayudar en nuestras clases es meter el mundo hispanohablante entre esas cuatro paredes que es nuestro espacio de trabajo y que los alumnos aprendan a desenvolverse en ese mundo el sin miedo al error. Y eso es, precisamente, es lo que nos permiten las nuevas tecnologías: elimina barreras y tira muros.